Pulsión de vida nace como un proyecto totalmente independiente de difusión y de psicoeducación, para la población en general, pero sobre todo para quienes están atravesando la recuperación luego del abuso narcisista/psicopático, o aquellos que están dentro de una relación abusiva o un vínculo traumático y no lo saben. Pretende ser próximamente, un espacio psicológico, terapéutico y de concientización social, acerca de la psicopatía en la vida cotidiana, los vínculos traumáticos y de la recuperación integral para víctimas/sobrevivientes.
Entendiendo que no existen organizaciones oficiales, ni institutos de formación al respecto, que esta temática no se dicta en las escuelas ni universidades, y que tampoco forma parte de agendas públicas, el compromiso con la información de calidad y abierta, la educación y la prevención en general, es total e incondicional.
El reconocimiento de las conductas anti-sociales y los rasgos narcisistas y psicopáticos arroja luz sobre muchos fenómenos a nivel de las relaciones interpersonales, y también de muchas cuestiones sociales como el bullying, el moobing, el abuso de poder, entre otras.. El conocimiento abre las puertas a las potenciales soluciones para quienes están siendo afectados, y es nuestro deber brindar un esclarecimiento a muchas de estas problemáticas, sin confundir a la población.
La psicopatía, el narcisismo y las relaciones abusivas son una problemática poco investigada, desarrollada y sobre todo poco difundida, pero que alcanza contextos inimaginables, con un nivel de oscurantismo inmenso, con demasiados vacíos teóricos y científicos.
Quienes nos comprometimos en esta lucha, tuvimos contacto directo con el problema, y con mucha suerte hemos encontrado la poca (y confusa) información que hay disponible en la red. La mayoría de las víctimas/sobrevivientes no se topan con esta información, porque esta problemática no forma parte de ninguna agenda pública o política y por ende no está incluida en las currículas escolares ni universitarias (ni siquiera en las de psicología, siendo que es una problemática principalmente del área psicológica, por tratarse de conductas, personalidades y consecuencias de índole psicopatológico).
Sin embargo, a pesar de la falta de justicia existente respecto al tema, el desinterés, y la irresponsabilidad, decidimos empoderarnos en el conocimiento y empoderar a otros para salir de la estafa emocional y trabajar juntos para empezar a cambiar los paradigmas.
Inspiramos a los demás a que continúen formándose, difundiendo y haciendo consciencia, para seguir ayudándonos entre todos, para que estas situaciones salgan a luz, para que nunca más sea ocultada bajo la alfombra, ni negada u oscurecida, y que las personas tengan las herramientas para identificar y defenderse de narcisistas y psicópatas o cualquier tipo de personalidad manipuladora.
Tenemos los recursos para reconstruirnos, la resiliencia para salir adelante una y otra vez, y sobre todo, una capacidad altísima de desarrollarnos como seres humanos íntegros, recuperando los valores que se han degradado.
El miedo y la culpa del empático son los principales aliados de las personas narcisistas y psicópatas, y por eso la información es la principal herramienta para revertir poco a poco esta realidad. Porque cuando entendemos la génesis, los mecanismos, los objetivos, y en última instancia, lo que estas personalidades son, toda la perspectiva cambia. Cuando se entiende de qué manera se puede desarmarlos, ya no pueden controlarte, y cuando entiendes que tu reconstrucción es la regla, ya no te centras en la mala experiencia, la indefensión o la impotencia.
La principal enseñanza que se pretende difundir es que SE PUEDE SANAR Y CRECER, incluso después de una de las situaciones más devastadoras que el ser humano puede experimentar: el trauma psicológico/emocional. Entendemos realmente qué es lo que le pasa a una víctima/sobreviviente, nos comprometimos a estudiar a fondo la problemática para encontrar las soluciones más adecuadas y las formas más acertadas de esclarecer un problema de salud pública, como lo es la psicopatía y el narcisismo en la vida cotidiana.
Misión
Prevención primaria, secundaria, y terciaria de las consecuencias en las relaciones basadas en abuso, entendiendo que su alcance es integral: destruye todas las áreas del ser humano.
Prevención primaria
A través de la difusión de información teórica y experiencial. Brindar espacios y plataformas de información libre y gratuita para que cualquier persona pueda acceder a ella y tener información de calidad, para luego entender qué pasos seguir para su recuperación y reivindicación como personas.
Muchos psicópatas se ven protegidos por su familia o sus amigos. Así, su conducta puede permanecer oculta y sin castigo. Otros, más hábiles, se las arreglan para pasar por la vida sin muchos inconvenientes. Incluso aquellos que son castigados por sus transgresiones suelen culpar al sistema, al prójimo o al destino de sus apuros. A todos, menos a ellos mismos. Muchos, simplemente, disfrutan de su estilo de vida.
Por supuesto, la mejor estrategia, en primer lugar, es evitar enredarse con un psicópata. No hay duda de que se trata de algo más fácil de decir que de hacer, pero hay algunas cosas que podemos llevar a cabo para protegernos. Si no funcionan, lo único que nos queda es intentar minimizar el daño que nos puede infligir. De la misma forma, aunque no podamos ser completamente inmunes a las maquinaciones de los psicópatas, existen algunas medidas que pueden reducir nuestra vulnerabilidad.
Protéjase a sí mismo
• Sepa con quién está tratando. Parece fácil, pero en realidad no lo es. Aunque este libro puede ayudar, toda la lectura del mundo no le protegerá de los efectos devastadores de los psicópatas. Todos, incluidos los expertos, podemos ser manipulados, timados y utilizados. Un buen psicópata puede hacer bailar a cualquiera al ritmo que le plazca. Los psicópatas se encuentran en cualquier estrato de la sociedad y hay muchas posibilidades de que tengamos, a lo largo de nuestra vida, un humillante y doloroso encuentro con uno de ellos. Nuestra mejor defensa es entender la naturaleza de estos depredadores humanos.
• No se ponga vendas en los ojos. Inicie sus relaciones con los ojos bien abiertos. Como la mayoría de la gente, los timadores y «Don Juanes» psicópatas esconden su parte oscura o negativa sencillamente «mostrando al principio lo mejor de uno». Pero ellos van más allá. Explotan el axioma de que las relaciones sociales se basan en la confianza y que es imposible para nosotros prestar una atención absoluta (desconfiada y cínica) a todo lo que nos dicen. De esa manera, intentan abrumar a sus víctimas con halagos, interés fingido, amabilidad e historias inventadas acerca de negocios y estatus social. Al poco, aparecen las contradicciones y empieza a caérseles la máscara que llevan. Pero una vez atrapados en su red de engaño y control, será difícil salir indemne financiera y emocionalmente.
• Conózcase a sí mismo. Los psicópatas son muy habilidosos a la hora de detectar y explotar los puntos débiles de la gente, en apretar los botones adecuados. Su mejor defensa será conocerse a sí mismo: saber cuáles son sus puntos débiles y estar alerta cuando alguien apunte a ellos. Juzgue a esas personas más críticamente de lo que lo hace con aquellos que no ven sus vulnerabilidades. Si usted es una de esas personas a las que les encanta que les echen piropos, dé por seguro que lo lleva escrito en la frente. Se trata de una invitación demasiado suculenta para el depredador. Regodearse en las adulaciones puede ser agradable al principio, pero doloroso al final. Si usted tiene alguna dolencia sentimental, será particularmente vulnerable a los psicópatas. La gente que está sola y tiene dinero son sus objetivos favoritos. Conocerse a uno mismo no es siempre fácil. El autoanálisis, las conversaciones francas con la familia y amigos y las consultas profesionales pueden ser de gran ayuda.
Robert Hare
Si, como creo, nuestra sociedad se está moviendo en la dirección de permitir, reforzar e incluso valorar algunos de los rasgos patológicos enumerados en el Psychopathy Checklist —rasgos como la impulsividad, la irresponsabilidad, la falta de remordimientos, etc.—, nuestras escuelas pueden estar creando un microcosmos muy peligroso. Una «sociedad camuflada», donde los verdaderos psicópatas se pueden ocultar muy bien para continuar sus caminos de destrucción y autogratificación.
Ello nos sugiere que nuestra sociedad está no sólo fascinada por la personalidad psicopática, sino que es además cada vez más tolerante con ella. Pero aún más terrible es la posibilidad de que esos psicópatas se conviertan en retorcidos modelos de comportamiento para niños de familias disfuncionales o procedentes de comunidades desintegradoras en las que poco se valora la honestidad, el juego limpio y la conciencia del bienestar de los demás.
Robert Hare
Prevención secundaria
Brindar información clara, precisa y lo más exhaustiva posible de las características de las personalidades anti-sociales (narcisistas y psicopáticas) y de las relaciones abusivas/ vínculos traumáticos. Quienes son víctimas deben entender la cualidad de la situación por la que están o estuvieron pasando, y encontrar espacios realmente seguros para comenzar una recuperación a nivel integral, en donde no sean re victimizados/as, ya sea a través de malos diagnósticos, prejuicios incorrectos por desconocimiento del tema, o cuestiones ideológicas que no vienen al caso.
Que puedan reconocer su lugar de víctima como tal, por haber sido engañados/as, e introducidos/as en una relación basada en abuso por parte de una personalidad destructiva de la cual no conocían nada al respecto. Que desde este reconocimiento, puedan transitar la recuperación de la forma más adecuada, con el acompañamiento de personas especialistas en el tema y comprometidos/as con la salud mental.
La personalidad malvada utiliza el poder para aniquilar el crecimiento humano y espiritual en los demás, con el propósito de preservar y defender la integridad de su propia personalidad enfermiza.
Peck, 1983
Prevención terciaria
Posicionarnos desde un lugar de esclarecimiento de la problemática, brindando la información de manera completa a quien la solicite, y ayudando a aclarar su panorama, evitando eufemismos y deconstruyendo paradigmas hegemónicos falsos y oscurantistas, para ayudar a reconocer a la psicopatía y el narcisismo cotidianos como una problemática de salud pública (en tanto las consecuencias devastadoras para las víctimas). Actuar en consecuencia, y evitar favorecer la confusión que se ha construido alrededor de este problema.
Próximamente: ofrecer terapia psicológica funcional, especializada y focalizada en el problema y en sus consecuencias. Brindar las herramientas de recuperación necesarias y evitar caer en prácticas erróneas debido a malos diagnósticos. Centrarse en el desarrollo personal del individuo y en su capacidad de resiliencia.
Fortalecer lazos con la persona afectada, para que la terapia pueda conformarse también como un campo de aprendizaje mutuo, para que la persona pueda seguir aportando desde su experiencia, participando en la construcción y reconstrucción de este nuevo espacio de conocimiento. Para combatir los efectos negativos de las relaciones abusivas, necesitamos más trabajo en equipo, más desarrollo científico, más interdisciplinariedad, y más compromiso social y comunitario, sobre todo de quienes han atravesado la experiencia.
¿Qué debemos hacer con el problema de la psicopatía y el narcisismo en la vida cotidiana?
- Educar pro-socialmente a la sociedad (reivindicar nuestros valores humanos)
- Rechazar las conductas anti-sociales (y más particularmente, las de características narcisistas y psicopáticas)
- Foco en la crianza consciente de los/as hijos/as, como una etapa esencial para la prevención.
- Foco en el sistema de justicia y en la penalización del abuso y el maltrato.
- Promover la autodefensa de la población general de la mano de la información, y del contacto cero como un derecho fundamental.
- Tenacidad en la defensa de esta perspectiva de Derechos Humanos centrado en las víctimas y sobrevivientes.
Visión
“No se puede hacer nada para cambiar lo que ya pasó, pero sí se puede hacer mucho para cambiar lo que viene.”
Buscamos arrojar luz a toda la sociedad sobre una problemática que ha estado oculta durante mucho tiempo, no tomada en cuenta por ninguna institución social de peso, y que ha provocado miles de víctimas en el mundo, con consecuencias graves como la despersonalización, la pérdida de la autoestima y la identidad, los trastornos de estrés postraumático, entre otros trastornos relacionados al trauma y llegando a las muertes provocadas por asesinato en manos de los victimarios o suicidios inducidos a las víctimas, por parte de sus abusadores/as. Además de las consecuencias a nivel grupal y social de la naturalización de estas dinámicas psicopáticas y narcisistas, tanto encubiertas como explícitas.
Se busca por medio de acciones concretas, dar a conocer este problema y que llegue a las instituciones dedicadas a la educación, para que forme parte de la currícula académica, concientizando y sensibilizando a más personas a que se comprometan en el cuidado de los valores humanos, y que esto nos facilite una vinculación con los demás más sana y equilibrada.
Es un ideal llegar al ámbito penal, a través de la contemplación de la violencia psicopática como un factor de alto riesgo para la sociedad, a la vez que se forme adecuadamente al personal jurídico, penal y a los peritos del proceso, con las herramientas e instrumentos acordes para la evaluación y el reconocimiento de tal problemática cuando ésta se presente, teniendo en cuenta su diagnóstico criminológico y victimológico diferencial, para evitar confusiones y juicios incorrectos.
Fortalecer un espacio de formación en psicoeducación y salud mental, respecto a las relaciones abusivas con narcisistas y psicópatas, el reconocimiento de las conductas abusivas, las consecuencias del maltrato y abuso que llevan a cabo, la conciencia social de la desconexión emocional y moral, y la intoxicación de los relaciones/vínculos.
Educar a las nuevas generaciones en el reconocimiento de los patrones de abuso, manipulación y maltrato, para frenar la propagación y la naturalización de dichos patrones, a la vez que se fomenten patrones de relacionamiento sanos, equilibrados, y basados en el respeto de la dignidad de cada persona, de los valores humanos más elevados, y la cooperación para el crecimiento personal y social.
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