Hoy vamos a hablar de lo que realmente pasa luego de que alguien te rechaza o te ignora… y cómo, al final, quedas en su memoria.
Sé que el dolor que sientes es muy abrumador.
Esa sensación de que diste lo mejor de ti, solo para que te dejaran de lado, es desgarradora.
El constante ‘¿por qué?’ que te haces, repasando una y otra vez lo que salió mal, buscando respuestas que no llegan… lo entiendo.
Diste todo tu amor, tu tiempo, tus sueños, y la respuesta fue indiferencia o desprecio.
En esta etapa, es común que el dolor, el extrañarle, se mezcle con la ira y la frustración.
Esa mezcla de emociones puede llevarte a actuar de maneras que, sin que te des cuenta, mantienen al otro con el poder en la relación.
Tal vez intentas demostrarle lo que se está perdiendo esperando que se arrepienta.
Otras veces, puedes ser impulsado por el enojo y terminas escribiendo mensajes largos, explicando todo lo que hicieron mal, con la esperanza de que finalmente entiendan cuánto te dañaron.
Estas acciones, aunque parecen darte una sensación temporal de control, en realidad te mantienen atado a esa persona, porque sigues dependiendo de su respuesta para sentirte bien.
Que se ponga mal por ti, que se arrepienta y pida perdón, que se de cuenta y regrese arrastrándose o llorando, o lo que sea…pero volver a sentir que no es tan injusto todo.
Queremos que el otro sienta lo que nosotros sentimos.
El problema es que, cuando esas respuestas no llegan o no son lo que esperabas, la frustración crece y el ciclo se repite.
Cada intento fallido de hacerles “ver” tu valor solo refuerza la sensación de humillación.
Esto añade más peso a esa carga de auto-desprecio, ya que, en lugar de encontrar alivio, terminas sintiendo que nada de lo que haces es suficiente para sentirte mejor.
La necesidad de que quien te lastimó pague o se arrepienta, te atrapa en una dinámica en la que el otro sigue teniendo el control, lo que solo mina más tu autoestima y te aleja de sentirte fuerte otra vez.
Esto sucede porque, en el fondo, el enojo, la frustración que sientes es el reflejo de una profunda sensación de pérdida.
Es como si una parte esencial de ti se hubiera desmoronado cuando esa persona decidió maltratarte, ignorarte o rechazar con desprecio lo que le ofrecías.
Lo que diste fue una parte auténtica de ti, una parte que, aunque no fue apreciada en ese momento, sigue existiendo en el mundo, en tus acciones, en lo que sembraste.
Cada acto de amor, cada muestra de paciencia, cada detalle que diste, incluso cuando no fue correspondido, habla de quién eres tú.
Lo que esa persona decidió ver o no ver…es otra cosa; ahí no está tu valor.
No fue en vano porque esas cualidades tuyas, esas que ignoraron o despreciaron, son las mismas que alguien más, alguien con la capacidad de valorarlas, sabrá apreciar profundamente.
Es como cuando siembras una semilla.
A veces, la tierra no es fértil y esa semilla no crece, pero eso no significa que la semilla no tenga valor.
En el suelo correcto, florece. Y lo mismo ocurre con lo que diste.
No fue recibido como esperabas, pero eso no lo hace menos valioso.
Tu amor, tu entrega, tu esencia son demasiado grandes para ser ignorados por siempre.
Esa persona tal vez no lo entendió, pero lo que ofreciste sigue siendo parte de ti, y eso es lo que te hace inolvidable.
Lo que te define es la generosidad con la que amas, la paciencia que tuviste, la entrega que mostraste.
Eso no puede ser borrado, y aunque esa persona no lo haya apreciado, te aseguro que lo que hiciste dejó una marca.
Lo que te hace único, lo que entregaste, es algo que no todos pueden dar.
Quiero que recuerdes algo: lo que diste fue un reflejo de tu grandeza, no una medida de tu falta.
Mientras ellos siguen buscando, tratando de llenar vacíos, tú tienes algo mucho más poderoso: conoces de lo que eres capaz…
Tu valor, lo que eres, lo que diste, tiene un peso que trasciende el olvido.
No fuiste invisible, simplemente fuiste más de lo que ellos podían entender o apreciar en ese momento, o quizás nunca…
Quiero invitarte a ver mi próximo video:
Yo sufrí abuso narcisista durante 6 años.enblod últimos días de relación me amenazaba y asta intento matarme.pero me pude salvar y lo hecho de casa.no lo denuncie xq me tenía amenazada.al mes siguiente ya estaba viviendo con otra.esa chica lo dejo un tiempo y luego el la volvió a manipular y volvió con el.me comentaron que ella es como el.q se an juntado dos iguales.ahy tiene el karma.con esa chica.encontto su orma de zapato.se van a destruir entre los dos.y yo ya sane y ahora doy muy feliz xq me casé con una persona maravillosa que nos ayudamos mutuamente en todo.aunque túbe que hacer terapia durante 2 años aunq quedan secuelas ahora soy muy feliz.se puede salir con ayuda.y recuperando el amor propio.
Hola gracias por tu tiempo y el relato, afortunadamente ya no estoy en esa porque visiones todos tus vídeos y de otros profesionales especialistas en el tema.
También he visionado muchos de los psicólogos Walter Risso y Gabriel Rolon, por todas estas cosas he aprendido muchas cosas que han llevado a liberarme de cadenas,ataduras y pensamientos errados.Todas estas cosas han hecho que ya haga mucho tiempo por personas que me hayan despreciado o valorado, es algo que solo es su problema porque yo ya estoy en otra etapa de crecimiento en la esas cosas no me afectan ni me afectaran.
Sigo adelante con mi vida que es lo importante.
Gracias Belén por hacer un excelente trabajo y ayudar a tantas personas, te felicito.