“Cuando no recordamos lo que nos pasa,
Litto Nebbia
nos puede suceder la misma cosa.
Son esas mismas cosas que nos marginan,
nos matan la memoria, nos queman las ideas,
nos quitan las palabras…
Si la historia la escriben los que ganan,
eso quiere decir que hay otra historia:
la verdadera historia,
quien quiera oir que oiga.
Nos queman las palabras, nos silencian,
y la voz de la gente se oirá siempre.
Inútil es matar,
la muerte prueba
que la vida existe…”
Hoy quería hablar sobre no callar más la verdad. Por más que salten en nuestra contra aquellos que pretenden relativizar todo, ya es hora de que cada uno con su propia historia, pudiendo mirar desde afuera todo, pueda alumbrar a los demás.
Que ya no sientan la intimidación de quienes pretenden sostener un sistema de abuso y maltrato (encubierto y explícito). El abuso narcisista, emocional, psicológico, o cualquier tipo de ABUSO debe ser fuertemente REPUDIADO, con todas nuestras fuerzas.
Cito unas palabras de Meredith, de Inner Integration que me parecen fabulosas:
“Necesitamos desarrollar nuevos estándares de comportamiento. Desarrollar una INTOLERANCIA, INFLEXIBILIDAD Y COMPLETA OPOSICIÓN AL ABUSO. Tenemos que hacer que los abusadores se pongan incómodos, en lugar de ser nosotros los que siempre estemos incómodos, callando, por el silencio impuesto a través del ABUSO. NOSOTROS tenemos que parar este patrón de comportamiento, y no acomodarnos NUNCA MÁS a los abusadores.”
Meredith Miller, Inner Integration
¿Así o más claro?
Ahora quiero hacerles una breve interpretación de esta maravillosa letra que les compartí al inicio:
“Cuando no recordamos lo que nos pasa, nos puede suceder la misma cosa”:
Resulta que estar envuelto en un vínculo traumático con un abusador es haber pasado por el control y lavado de cerebro más insidioso que existe. La manipulación a través de la luz de gas y del refuerzo intermitente genera la disonancia cognitiva, e incluso una disociación de la realidad. La persona afectada terminará por no saber qué es real y qué no, perdiendo su autonomía.
Cuando logra escapar, los síntomas continúan, por supuesto, y la confusión es inmensa. Si no puede poner su mente en orden, ni nombrar lo que le pasa, ¿Cómo pretenden ustedes que aprenda de esta experiencia y no vuelva a caer? El desconocimiento sobre personalidades psicopáticas y sobre vínculo traumático lleva a millones de personas, sin distinción alguna, a caer en manos de depredadores intra-especie, como bien los llama el Dr. Iñaki Piñuel.
Las víctimas no salen del círculo vicioso del trauma si no logran NOMBRAR su problema: Estuvieron en un vinculo traumático con una personalidad psicopática. Esto es elaborar: desenredar una maraña de situaciones, de mentiras, mascaras y ensaladas de palabras. Todo un descubrimiento, con miles de cosas por aclarar. Una vez se encuentre en este camino, podrá continuar hacia la VERDADERA RECUPERACIÓN. Y será de verdad, un antes y un después.
Por favor, deja de decirle a las víctimas que todo es cuestión de perdonar y que es su culpa por no saber “amarse”. Una situación de trauma, no se trasciende así…
“Son esas mismas cosas que nos marginan,
nos matan la memoria, nos queman las ideas,
nos quitan las palabras…”:
Los juegos mentales a los que una persona psicópata narcisista somete a su víctima, termina afectando a su sentido de la realidad y también a su memoria. Poco a poco, le va costando recordar sucesos y para colmo de los colmos, la mente prefiere quedarse con el “lado bueno” al momento de aparición de la disonancia cognitiva.
Dar CLARIDAD a las personas, llamar las cosas por su nombre, nombrar, ESCLARECER, etc., esa es la tarea de profesionales de la salud mental (y otros) que se topan con casos como estos. Como seres humanos, detestamos “no entender” y quienes han sido afectados por un vínculo traumático, saben en el fondo que hay algo más…
“Si la historia la escriben los que ganan,
eso quiere decir que hay otra historia:
la verdadera historia,
quien quiera oir que oiga.”:
El abusador pretende ingresar a sus víctimas a una burbuja psicopática, donde todo esta al revés y todo es manipulado según su intención. Generalmente, se trata de mentiras o de medias verdades, que de igual forma siguen siendo mentiras. Instrumentaliza a su víctima, la desprecia, le quita libertad, la silencia…
Cuando la persona logra darse cuenta, se topa con otra realidad más: el psicópata cambió toda la historia. Nadie les cree y todos piensan que en realidad la víctima es el agresor y viceversa. Al acudir a terapia, los re-victimizan y no le validan su palabra, los medican y les dicen que están locos. Si quieren hablar con sus amigos, les dirán que están exagerando.
Pero LA VERDAD, y LA REALIDAD es otra. Por más que les moleste a los relativistas. La realidad de la psicopatía es el abuso, la manipulación, la instrumentalización de otros seres sintientes, la oda al control mental y a la violación de los derechos del otro. Es la verdad oculta y que ahora sale a la luz. ¿Qué pasó que no quisieron enseñarlo en las instituciones educativas? Igual las personas empáticas seguimos siendo seres autónomos, inteligentes y con discernimiento y tarde o temprano llegamos a las respuestas correctas.
“Nos queman las palabras, nos silencian,
y la voz de la gente se oirá siempre.
Inútil es matar,
la muerte prueba
que la vida existe…”:
Por más que pataleen, ya todos comienzan a entender y a aprender sobre lo que verdaderamente es la PSICOPATÍA y el NARCISISMO como estructuras de personalidad (es decir, patrones de conducta). No solo es prueba todo el material que existe sobre el tema, los estudios de Dr. Hare, los blogs que se abrieron hace apenas unos 5 años, los canales de sobrevivientes… La experiencia de la gente valida esta realidad, la sensación de cada persona que lee o escucha una explicación y piensa “estás hablando de lo que me pasó a mí!!”; todo eso lo VALIDA.
Pero sobre todo saber que, haber sido afectados/as, o haber sido victimizados/as, no nos define. Lo que nos define son todos esos recursos que intentaron robar y destruir y NO PUDIERON NI PODRÁN hacerlo. El verdadero poder siempre fue de los empáticos, de los sensibles, de quiénes SÍ conectan… El poder es y siempre fue TUYO, nuestro…¡a recuperarlo enterito!
Te dejo uno de mis videos, donde explico más en profundidad por qué debemos seguir hablando de psicopatía y de narcisismo:
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la información que difundes tiene un valor inmenso para las víctimas, les saca la venda de los ojos. Gracias a todos los que difunden esta información, dr.piñuel merece una mención aparte, están salvando vidas.
Gracias Rodrigo!! el poder de la comUNIDAD, nos ayuda a sostenernos y a salir de la burbuja.
Hola, tengo 45 años. Según tu descripción y la de mucha literatura que leí, mi madre es narcisista, no sé si también psicópata, creo que sí pero no estoy segura. Viví 40 años volviendo intermitentemente a su red de abuso. Logré reconstruirme, no sé si completamente, no lo creo dado el daño estructural que fui identificando en mí. Pero quiero compartir la enorme alegría que me produce sentir que todos los días puedo crecer y aprender desde un lugar muy diferente al que experimenté la mayor parte de mi vida. Mejoró mi manera de vincularme con los demás y conmigo misma. Avanzó mi carrrera, mis reacciones en general. Yo creo que tener una madre psicópata es una experiencia enormemente traumática, quizás de las peores que puede atravesar un ser humano y lo peor es que genera un daño en los cimientos de la persona. Pero si salís vivo de eso, es enriquecedor y te puede transformar en un gran sanador. Muchas gracias por este espacio
Quiero agregar a mi comentario anterior, que como hija de una madre narcisista creo que es importante difundir esta situación en la sociedad, porque los hijos de madres con esta estructura de comportamiento estamos muy desprotegidos durante la infancia. El Estado está del lado de las madres, lo cual es correcto en los casos de las madres “normales” por así decirlo. Las madres con esta estructura no son madres. No protegen, no aman, no cuidan, no guían, no nutren de ninguna manera, sino que socavan la autoestima de todos, incluídos sus hijos. Es una problemática muy compleja, y hoy como mamá lo tengo muy en cuenta en mi entorno. Decir “mi madre me hace esto o aquello” genera una revictimización de los hijos. Se sufre mucho, mucho, demasiado. Pero como dije antes, se crece mucho también